"Los sueños no se pueden destruir. Nuestra capacidad de soñar es nuestra capacidad de resistencia".- Maria de Medeiros
Combina a la perfección el cine de culto con el comercial, la dirección con la música, incluso escribe guiones y se atreve a dibujar las carátulas de sus discos. Cosmopolita, inquieta, polifacética, reivindicativa y pacifista, siempre elige representar personajes que hagan reflexionar y no solo entretengan al espectador. "Hay cine que nos vuelve ciegos y otro que abre los ojos".
Maria de Medeiros Esteves Victorino D'Almeida
nació en 1965 en Lisboa. Es la mayor de tres hermanas concebidas por un compositor y pianista y una periodista, exiliadxs en Austria a causa de la dictadura de Salazar. Así que
vivió su infancia entre Portugal y Austria. Cuando tenía 10 años, tras la
Revolución de los Claveles regresaron, por fin, a su tierra. Siempre ha sentido
una gran fascinación por este episodio histórico, al que considera una revolución única
por ser pacífica "La espontaneidad y pureza de este movimiento
quizás ni habría sido posible ahora. Vivimos un mundo diferente. En esta época
siniestra en la que nos dicen que se pueden construir democracias tirando
bombas, matando civiles y destruyendo países, la Revolución de los Claveles fue la prueba de que con diálogo y respeto se puede crear la paz”.
Estudió en el Lycée Français Charles Le
Pierre de Lisboa. “Soy culo inquieto, sin duda. Mi padre es un músico clásico,
y pasé mi infancia en la cuna de la música, en Viena. Eso fue un capital
cultural fantástico. Mi madre me transmitió la curiosidad y el gusto por las
lenguas”. Cuando iban a Portugal durante los veranos, cada vez que cambiaban de
frontera cambiaban automáticamente a la lengua del país por el que
cruzaban. Hoy habla francés, inglés, castellano y portugués. Y, quizá por
ello tenga tan arraigada la idea de Europa como concepto político y
espacio de paz.
De niña vivió una revolución antidictatorial y un enorme choque
cultural entre Lisboa y Viena. Entre Jazz y Fados. “Fui educada con muy poco
sentido patriótico, entre personas de varias nacionalidades. Adoro ser
portuguesa, pero podía ser cubana o cualquier otra cosa. Me opongo a la idea de
las fronteras, lxs artistas siempre las cruzaron”.
A los 15 años actuó por primera vez, junto a
su padre, en la película Silvestre. Tenía claro que Bellas Artes era lo suyo
pero también le encantaba la Filosofía, hasta tal punto que a los 18 se fue a
París a estudiar a la Sorbona. Finalmente cursó Arte Dramático en el Conservatoire National d´Art, también en la capital francesa. Mientras,
iba haciendo teatro y ganando reputación como actriz. Al poco tiempo se interesaron por ella para proponerle aparecer en una película.
Era 1984 y Maria actuaba en “Paris vu par... vingt ans aprés”. A partir de este
momento su carrera no ha conocido límites. Desde las más grandes producciones
hasta las más independientes. Ni fronteras. Ha actuado en películas por todo el
mundo. Empezó a alcanzar fama
internacional en 1994 con su interpretación en Pulp Fiction de
Quentin Tarantino.
Multidisciplinar como ella sola, nunca se ha
encasillado en un tipo de papel, le gusta ir variando de personaje para
aprender. “El contacto con el personaje es como el contacto con una persona,
hay una parte consciente, pero también un diálogo inconsciente, un componente
intuitivo que se establece desde el primer momento. Además, me fascina la
diversidad y el cine me permite explorar no solo facetas diversas, sino también
inesperadas. Creo que precisamente la gracia está en este cambio continuo”.
Pronto se empezó a interesar por lo que hay
detrás de las cámaras. Escribir guiones y dirigir. En el año 2000 debutó como directora con Capitanes de abril sobre la Revolución de los Claveles, muy elogiada por la crítica
internacional. Ha declarado que “Contar este episodio de la historia portuguesa
era el objetivo de mi vida”. También ha dirigido un documental que se estrenó
en el festival de San Sebastián “Je t'aime... Moi non plus” que trata sobre la
complicada relación entre críticos y cineastas, y en otoño de 2020
presentó en Valencia “Ordem moral”, su segundo film como directora.
Acerca de las mujeres
directoras piensa que no hay pocas, sino que lo tienen extremadamente más
complicado “Es una jodida lucha. Lo es en 2020, con la diferencia de que ahora,
cuando evidenciamos por qué lo es, alguien nos escucha. Antes ya lo decíamos,
pero la conciencia de la gente joven hace que ahora nos escuchen. Incluso,
parece que algo empieza a cambiar”.
Y por si fuera poco, en 2006, presentó un disco como cantante en solitario, A Little More Blue. "Todo el arte se complementa. Soy una actriz que canta". Así que le cogió el gustillo a la música, y en 2010 grabó Península & Continentes. Dos años más tarde sacó su tercer disco Pájaros eternos. Ha cantado en seis idiomas diferentes y versionado a grandes como Serrat o Nancy Sinatra. Dice que su estilo "Tiene más que ver con el vals y con el jazz. Creo que mi ritmo es el jazz, porque hay mucha libertad, es muy abierto, acoge la bossa nova y se casa maravillosamente con el flamenco y con el fado".
De su extensa filmografía como actriz, destacan: Henry
and June: El diario íntimo de Anaïs Nin (1990), Huevos de Oro (1993) Pulp
Fiction (1994), Mi vida sin mí (2003), O Contador de Histórias (2009),
Sueño y silencio (2012), Passolini (2015), Onyx, Kings of the Grial (2018), Dos
Fridas (2019) y Ordem moral (2020). Dice "Prefiero el cine pobre de Europa
que el rico de Hollywood". Pero no para, actualmente se encuentra
escribiendo guiones y rodando una película argentina con Viggo Mortensen. “La
ficción es estupenda para mi salud mental. Me sirve para no darle una importancia excesiva a quién soy, a quitarme peso.
El arte y la creación sanean mucho. La modestia que exige ponerte al servicio
de una obra de arte es algo que enriquece mucho. Y sin eso, sencillamente,
vivir sería más difícil”.
Tiene muchos premios en su haber, entre los
que destacamos la Copa Volpi en el Festival de Venecia a la mejor actriz por
Três irmâos en 1994, el de Caballero de la Orden de las Artes y las letras de
Francia en 2003, el de Artista por la Paz de la UNESCO en 2008, y la
Palmera de Honor de de Mostra de Valencia como reconocimiento a su
trayectoria profesional en 2020. En 2007 la eligieron como jurado del Festival
de Cine de Cannes.
¿Y el poco tiempo en el que no está haciendo arte? Pues desde 2012 vive en Barcelona con su marido y sus dos hijas. Se muestra una admiradora de nuestro país, de su gastronomía y sus gentes. De hecho ha aparecido en algunos capítulos de Cuéntame. Le encanta el té, nadar y montar a caballo. Además se define como aventurera y revolucionaria, siempre se ha mostrado interesada por la política, influenciada por sus padres. Basta con decir que su hermana Inés fue diputada en la Asamblea de la República Portuguesa por el partido socialista. De Medeiros piensa que en Europa “Lxs niñxs tendrían que aprender tres idiomas antes de los 10 años” y que "Ya no hace falta la policía política para callar a la gente, basta con oprimirla económicamente". Echa de menos que en Europa el cine no sea la voz de la conciencia del Viejo Continente. ¿Acaso no lo es el suyo?
Sobre el futuro, Maria siempre ha
vivido siguiendo su propia filosofía “El secreto está en no hacer planes… Y vivir
cada día sin tantos planes de futuro, porque ¿qué sabemos nosotrxs de la
vida?…”.
Genial, polifacética, tendré que echar orejas a su música, como actriz, camaleonica y versátil, aún recuerdo su pequeňo papel en airbag...
ResponderEliminarEsperando la siguiente entrega con muchas ganas, besotes!!