“Antes de contar las sílabas, los poemas tienen que contar lo que pasa. El poema tiene que pellizcar, hacer daño o acariciar”.- Gloria Fuertes
De apariencia tímida pero burlona, quizá por solitaria, quizá por autodidacta. Solía vestir americana y pantalón. La voz rota, inconfundible, de fumadora empedernida que además montaba en moto. Detrás de esta imagen un poco adusta, escondía esa gran sensibilidad, que unida a su gran ironía logró conquistar los corazones de todos los públicos. Especialmente del infantil. Llevó la poesía a la radio y a la TV. A través de estos medios hizo volar en cometa y en un globo, dos globos, tres globos a lxs niñxs de los 70. Y de después. Aunque no solo. También causó las delicias de los mayores con sus poemas, representaciones teatrales, lecturas... siempre más cercanos al lenguaje oral que al académico, y menos conocidos. Quizá por ser mujer, por su sexualidad, o por ser pobre en esa época, en este país.
Gloria Fuertes García nació en Madrid en 1917, en una familia humilde del
barrio de Lavapiés, compuesta por lxs padres y cinco hijxs. El padre era bedel
y cambiaba con frecuencia de destino, la misma frecuencia con la que Gloria y
sus cuatro hermanos cambiaban de colegio “Mi colegio era muy triste, una monja
larga me tiraba pellizcos porque en las letanías me quedaba dormida”. La madre
trabajaba como costurera y limpiando casas. Era una mujer muy tradicional y
controladora, no consentía que Gloria se dedicara a nada creativo, así que fue
una “Niña con zapatos rotos, y algo triste… porque no tenía muñecas”. Comentaba
que en los colegios no le enseñaron nada, que leía y aprendía ella sola cuando
llegaba a casa, a escondidas, porque “Cuando mi madre me veía con un libro, me
pegaba. Me daba una escoba y un estropajo. No tengo nada que agradecer a mi
familia.” La tragedia llegó pronto a su vida, cuando el más pequeño de sus
hermanos murió atropellado por un coche “Mientras llevaba una caja de gusanos
de seda”. La apuntaron al Instituto de
Educación Profesional de la Mujer para que aprendiera a coser, mecanografía… Pero Gloria desde bien pequeña se sintió atraída por las letras. A los cinco
años ya escribía sin que la vieran, y cosía las hojas de sus escritos para
darles forma de libro. A los catorce consiguió que le publicaran su primer
poema Niñez, Juventud, Vejez…. A los quince estaba en Radio España recitando
sus propios versos y a los diecisiete escribió Isla Ignorada, su primer libro
de poemas. Los temas que trataba eran la soledad, el dolor, el amor, la guerra,
etc. “La poesía es decir mucho en pocas palabras”.
Cuando tenía 15 años falleció su madre y Gloria tuvo que ponerse a trabajar
para ayudar en casa “Mi primer juguete, una máquina de escribir alquilada con
la que trabajaba copiando direcciones. Me pagaban un céntimo por cada sobre”. De 1938 a 1958 compaginó el trabajo de
secretaria con el de redactora en la revista Maravillas, donde publicó cuentos
y poemas para niñxs. Allí, en 1942 conoció a Carlos Edmundo de Ory, uno de los
fundadores del Postismo. Con él mantuvo una estrecha relación durante
un tiempo.
También en ese periodo estrenó diversas obras en diferentes teatros de
Madrid, colaboró en revistas infantiles y con la revista femenina Chicas.
Además organizó la primera Biblioteca Infantil ambulante, llevando libros por
los pequeños pueblos de Madrid para acercar la Literatura a lxs niñxs, que no
podían llegar a ella por falta de dinero o por el analfabetismo que aún existía
en muchas regiones “Es importante que lxs niñxs lean poesía. Y es más que
importante, es necesario”. Con Adelaida Las Santas y Mª Dolores de Pablos fundó
Versos con Faldas, y durante dos años hicieron lecturas literarias y recitales
por los cafés y bares de Madrid.
En 1952 se estrenó Prometeo, su primera obra de teatro en verso en el
Teatro de Cultura Hispánica. Fue muy bien valorada por la crítica, hasta el punto de
que le otorgaron el premio Valle Inclán. En 1960 participó en la fundación de
la revista Arquero, con Antonio Gala, Julio Mariscal y Rafael Mir.
De 1955 a 1960 Fuertes estudió Biblioteconomía e Inglés, a la vez que trabajaba
como bibliotecaria en el Instituto Internacional de Madrid “Dios me hizo poeta
y yo me hice bibliotecaria. Mi jefe era el libro, ¡yo era libre!”. En clase conoció a su gran amor, la profesora de Inglés, la hispanista
americana Phyllis Turnbull, con la que mantuvo una relación durante quince
años. Gracias a ella, Gloria tuvo noticia de las becas Fullbright, y consiguió
una para dar clases de Literatura Española en la Universidad Bucknell de EEUU
“La primera vez que entré en la Universidad, fue para dar clases en ella”.
Después ejerció de profesora en colegios americanos, y a su regreso a España en 1963, siguió dando clases para norteamericanxs en el Instituto Internacional.
Turnbull falleció en 1971 y fue un durísimo golpe para Fuertes “La vida es
una mierda de vaca de la que tenemos que hacer un pastel de manzana”. Para
mantenerse ocupada empezó a colaborar en diversos programas infantiles de
Televisión “Los cuentos infantiles deben tener finales felices, aunque el autor
sea una persona triste”. A destacar, un globo, dos globos, tres globos , La
cometa Blanca y La mansión de los Plaff. Con ellos consiguió un éxito rotundo y
gran popularidad como poeta infantil, hasta el punto de eclipsar su anterior
obra poética. Recibió cinco veces el Aro de Plata y una el Aro de Oro de TVE a
la Mejor Escritora. En 1975 con su libro Cangura Para Todo recibió el premio
Hans Christian Andersen, que la situó entre lxs grandes autorxs universales de
literatura infantil. En esa década también colaboró en las revistas de humor
La Codorniz y Discóbolo. Dedicó los 80 a las lecturas, presentaciones, radio,
homenajes, colegios etc. sin dejar de publicar poesía para todos los públicos. En
1982 se estrenó en el teatro de Lavapiés su obra Tres Reinas Magas en la que
saca de casa a las mujeres, relegadas por el franquismo a las tareas del hogar.
Siguió recibiendo premios y en 1997 fue nombrada dama de la Paz “quería parar
la guerra” y Socia de honor de UNICEF.
Autodidacta de formación, se hacía llamar poeta, (que no poetisa) y revisando su obra, no resulta fácil separar autobiografía y ficción. Su lenguaje es muy coloquial, casi oral, fresco, sencillo. Utiliza muchas metáforas y juegos lingüísticos “Si vales de verdad y quieres algo con todas tus ganas, sales adelante. Seguro”. La Guerra Civil le afectó muchísimo, decía que en ella había perdido a todos sus novios, de un bando y de otro “Sin la tragedia de la guerra quizá nunca hubiera escrito poesía. Así como la poesía une, la política desune”. Hay decenas de Tesis Doctorales que estudian y revisan su obra, la mayoría de hispanistas en EEUU. Gloria Fuertes y Gabriela Mistral son las únicas mujeres en la antología Norton, que incluye a cien poetas en castellano, y fue la única mujer en la Antología de la nueva poesía española, publicada en 1968. Gloria pensaba que si eres mujer te cuesta mucho más publicar un libro, y más si es de poesía. Jaime Gil de Biedma recopiló sus versos con los de grandes como Gabriel Celaya o José Hierro. También se ha destacado su invención de imágenes, de giros y sonoridades llenos de calidad y sorpresa. Lectora de Unamuno y de Ramón Gómez de la Serna, inventó las glorierías como contrapunto a las greguerías de D.Ramón.
Falleció en Madrid a los 81 años, de cáncer de pulmón. En su tumba, la inscripción “Ya creo que lo he dicho todo. Y que ya todo lo amé”. Dejó su herencia al orfanato de La Ciudad de los Muchachos, poniendo de relieve, una vez más, su amor por lxs niñxs "No disparar donde haya niñxs, stop. En la gloria no necesitamos más ángeles".
Hola, hola, Gloria la escritora.
ResponderEliminarHola, hola, de una admiradora.
Hola, hola, tus
versos sí que molan.